NICO: UNA HISTORIA DIFÍCIL
[:es]Como bien recordareis, en la revista anterior se os contaba del rescate de Sara y de Nico, y de la diferente adaptación que tuvieron a su llegada al centro de recuperación. Mientras Sara se integró de forma rápida al grupo de Romie (aunque con algunas muestras típicas de ansiedad como los movimientos repetitivos de balanceo), […]
Publicat: 01.04.2005[:es]Como bien recordareis, en la revista anterior se os contaba del rescate de Sara y de Nico, y de la diferente adaptación que tuvieron a su llegada al centro de recuperación.
Mientras Sara se integró de forma rápida al grupo de Romie (aunque con algunas muestras típicas de ansiedad como los movimientos repetitivos de balanceo), Nico mostró desde el principio su gran dependencia de los seres humanos.
Ya desde el comienzo, a los pocos días de haber llegado, empezó a morderse la muñeca de la mano izquierda para así llamar la atención de los voluntarios y trabajadores de Mona. Tratando de evitar este comportamiento e impedir que se hiciera más daño, se tomó la decisión de hacer una vigilancia constante, en turnos de de 24 horas, los cuales se prolongaron durante meses.
Ante esta situación totalmente nueva, la dirección y el equipo de cuidadores buscó el consejo de veterinarios de otros centros, o cualquier persona u organización que tuviera experiencia en un caso similar. El comportamiento de Nico no es de fácil solución ya que a nivel mundial existen pocos casos de auto-mutilación en chimpancés que hayan remitido por completo.
Finalmente se decidió que primero se debían curar las heridas que Nico se había realizado y una vez curadas se haría una introducción vigilada con algunos miembros del grupo de Romie. Está decisión ha comportado un gran esfuerzo a voluntarios y trabajadores de la fundación, ya que al trabajo diario del centro se sumaba los turnos de vigilancia de Nico. “Es de valorar y agradecer todo el esfuerzo que están realizando trabajadores y voluntarios de Mona” afirma Olga Feliu.
Los intentos por evitar que se lastimara de nuevo fueron infructuosos, teniendo que anestesiar a Nico en varias ocasiones para suturarle las heridas. La situación lejos de mejorar empeoró cuando Nico se empezó a morder el dedo meñique de la mano izquierda hasta dañar gravemente la articulación entre la segunda y tercera falange. Tras realizar biopsias de los ganglios axilares y de la articulación afectada, los veterinarios decidieron lamentablemente proceder a la amputación de su dedo meñique.
En la actualidad las heridas de Nico están curadas de manera casi definitiva y se ha iniciado la reintroducción con Juanito, Sara, Bongo y Romie. En los próximos números de nuestra revista os mantendremos informados esperando poderos dar buenas nuevas.[:ca]

[:en]If you remember in the latest issue of our magazine we told you about Sara and Nico’s rescue and their adaption to the center.
Sara quickly joined Romie’s group (although she displayed some rocking behavior quite a bit). While, Nico showed from the start that he is extremely dependant on humans.
From the start, and only a few days after arriving, he started to bite his left wrist in order to get attention from the volonteers and keepers at Mona. Since we did not want him to hurt himself anymore we decided to take shifts watching him, this had to be carried out during several months.
Since none of the staff at Mona had experienced this type of situation before, we asked the help of vets, other centers and any individual or center that had had to deal with something similar. There’s no easy remedy to Nico’s behavior, there have not been many successful cases of cured chimpanzee automutilation.
Finally, it was decided that first we would need to heal Nico’s wounds and then introduce with with care to some of the members of Romie’s group. This decision meant that the volunteers and staff members would have double their efforts, a great part of the daily job was now to take turns watching Nico. ‘We are extremely thankful for all the work Mona workers and volunteers have carried out’, declared Olga Feliu.
We tried to get him not to hurt himself anymore but our efforts were not successful, we had to anesthesize Nico several times in order to suture his wounds. The situation worsened when Nico proceeded to bite his pinky finger on his left hand and seriously hurt his articulation between his second and third phalange. After completing a biopsy of the auxilary nodes and the affected articulation, vets declared that unfortunately the only thing that could be done was amputating his pinky finger.
Now Nico’s wounds are almost completely healed and we are beginning re-introduction with Juanito, Sara, Bongo, and Romie. In the next issues of our magazine we hope to be able to give you some good news![:]