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Chimpancés de MONA ayudan a la ciencia a descubrir que el bostezo se contagia… ¡incluso desde un robot!

¿Puede un chimpancé contagiarse de un bostezo… provocado por un androide? La respuesta es sí. Así lo confirma un innovador estudio publicado recientemente en la revista Nature Scientific Reports, liderado por los investigadores Ramiro Joly-Mascheroni y Beatriz Calvo-Merino, investigadores de la City St George’s University of London, y en el que los chimpancés rescatados por […]

Publicado: 06.06.2025

¿Puede un chimpancé contagiarse de un bostezo… provocado por un androide? La respuesta es sí. Así lo confirma un innovador estudio publicado recientemente en la revista Nature Scientific Reports, liderado por los investigadores Ramiro Joly-Mascheroni y Beatriz Calvo-Merino, investigadores de la City St George’s University of London, y en el que los chimpancés rescatados por Fundació MONA ha tenido un papel protagonista. El hallazgo abre una nueva ventana al entendimiento de los mecanismos de contagio conductual y del papel que juegan la empatía y la simulación motora en especies no humanas.

El estudio, pionero a nivel mundial, consistía en presentar a los chimpancés un androide diseñado para imitar expresiones humanas, que en una de las condiciones del estudio bostezaba frente a ellos. Los resultados fueron sorprendentes: los chimpancés no solo respondieron con bostezos propios, sino que en muchos casos iniciaron comportamientos relacionados con el descanso, como buscar materiales para construir su nido o tumbarse a dormir.

El objetivo era explorar si el contagio del bostezo depende del agente que ejecuta la acción, o si basta con observar el gesto para desencadenar la respuesta, aunque este provenga de un ser artificial”, explica el Dr. Ramiro Joly. “Nuestros resultados sugieren que el simple acto de percibir un bostezo —aunque venga de un robot— puede activar en el observador no solo una respuesta motora automática, sino también estados asociados como la somnolencia”.

 

El estudio no solo ofrece una fascinante mirada a la cognición social de los chimpancés, sino que también plantea nuevas preguntas sobre cómo humanos y no humanos procesan las acciones de los agentes artificiales. Según Joly-Mascheroni y Calvo-Merino, este tipo de contagio “parece ir más allá de una simple imitación motora. Es casi inevitable, a diferencia de otras acciones sociales como aplaudir o reír”.

Este trabajo demuestra la importancia de la investigación interdisciplinar, uniendo campos tan diversos como la primatología, la psicología y la robótica.

Puedes leer el artículo completo en la web de Nature:
https://www.nature.com/articles/s41598-025-98639-z

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