Su pasado

Llegó a MONA con unos seis meses de edad y fue el tercer macaco que rescatamos. Ya desde tan pequeño presentaba conductas de agresión autodirigida en situaciones de estrés.
Su adaptación al grupo no fue fácil porque a pesar de su corta edad, las dos hembras eran muy duras con él. Pero una vez integrado y aceptado, se convirtió en el mimado del grupo, y era fácil verlo, en los días fríos de invierno, agachado entre las dos hembras.

Su presente

De vez en cuando podemos ver que ocurre por momentos difíciles. Cuando se encuentra estresado, es frecuente verle amenazando y atacando su propio pie o brazo. Esta conducta de autoagresión es típica en macacos que no están equilibrados porque tienen carencias sociales, derivadas de la criba de la madre de pequeños y del grupo familiar. En cuanto a su aspecto físico, ha cambiado mucho. Hace tiempo que se ha convertido en un macho adulto, y tiene un aspecto y unos colmillos imponentes.

Su vida social

Quiere quedarse con el puesto de segundo en la jerarquía, intentando provocar peleas entre las dos hembras, pero Katy no se lo pone fácil.